El entrenador catalán ha llevado al Barcelona en un solo año a gestas parecidas a las de Cruyff
Durante un tiempo, en determinados ambientes barcelonistas y de forma peyorativa, a Pep Guardiola se le llamaba el mite [el mito], una manera de subrayar una personalidad poco común en el fútbol, tanto por sus gustos particulares como por su desbocado intervencionismo en la cancha y el vestuario. Guardiola era una rareza en muchas cosas y un jugador que ejercía de entrenador. Así se ha constatado en cuanto se ha hecho cargo del primer equipo del Barça. No ha necesitado ni siquiera un año para superar las gestas más emblemáticas del club forjadas alrededor de Johan Cruyff, el mito de verdad de la historia del Barça, el padre ideológico de Guardiola.
Aunque ningún marcador superará el impacto emocional del 0-5 en el Bernabéu de la temporada 1973-74, el equipo azulgrana jugó el sábado pasado en el Bernabéu el partido prácticamente perfecto. Guardiola rompió la barrera del 5, el dígito mágico en el Barça, y por vez primera los azulgrana le marcaron seis goles al Madrid en Chamartín (2-6). Al siguiente partido, cuatro días después, cayó también el mayor referente de la épica azulgrana: Kaiserslautern y el gol de Bakero han perdido protagonismo frente a Stamford Bridge y el disparo de Iniesta. Tampoco queda muy claro que el encuentro con el Dinamo de Kiev en 1994 (4-1) no admita comparación por bueno con varios de los que han disputado los azulgrana esta temporada.
Además de actualizar futbolísticamente al dream team de Cruyff, Guardiola ha sido una figura capital en la divulgación del més que un club y de la carga simbólica de la institución, de manera que a día de hoy comparece como un entrenador capaz de provocar un impacto parecido al que tuvo en su día Pepe Samitier.
A sus 38 años y en su primera temporada en el banquillo, Guardiola ha situado al equipo con opciones de ganar los tres títulos por vez primera en la historia. No es, en cambio, el primer entrenador que debuta y llega a una final de la Copa de Europa, sino que le han precedido Miguel Muñoz (1959-60) con el Real Madrid, Abdulah Gegic (1965-66) con el Partizán, Toni Barton con el Aston Villa (1981-82), Joe Fagan con el Liverpool (1983-84), Guus Hiddink con el PSV Eindhoven (1987-88), Antonio José Conceiçao Toni con el Benfica (1987-88) y Vicente del Bosque con el Madrid (1999-2000).
Alcanzada la final de la Champions y de la Copa, y líder de la Liga, a Guardiola le aguarda ahora el reto de ganar títulos o marcar tendencia como ocurrió en su día con entrenadores noveles como Cruyff en el Ajax, Clemente en el Athletic, Sacchi en el Parma y Mourinho en el Oporto. El técnico azulgrana, sin embargo, nunca prometió trofeos, ni siquiera en su presentación, cuando proclamó: "Creo mucho en el trabajo, en el esfuerzo, en el talento y estoy convencido de que me darán una plantilla para no quejarse (...) Creedme que persistiré (...). Me gustaría prometer títulos pero sería una equivocación grandísima. Tengo la sensación de que la gente estará orgullosa de nosotros. El equipo respetará una filosofía, una manera de entender el fútbol, y mi reto es que esta idea, que siento tan mía, sirva a los jugadores". Guardiola invitó a la gent blaugrana a "abrocharse los cinturones" para vivir una temporada emocionante y ha cumplido su palabra.
El técnico azulgrana no sólo ha partido de la idea futbolística de Cruyff sino que comparte su carácter competitivo y, a juzgar por partidos como el del Chelsea, también le acompaña la fortuna. Aunque los azulgrana no jugaron su mejor partido en Londres, sobre todo por el arte de defender del Chelsea, su triunfo se entiende como la recompensa al juego valiente e indesmayable. Ahora le aguarda el campeón Manchester el 27 de mayo en Roma, una ciudad mítica como pocas.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/mito/empieza/ser/Guardiola/elpepudep/20090508elpepidep_2/Tes
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