lunes, 9 de mayo de 2011

Cuando Obama encontró a Osama

Después de la película “Cuando Obama encontró a Osama”, llega ahora una nueva entrega de ficción de la Casa Blanca: “Un mundo mejor y más justo”, el cuento. Así es como ha titulado el presidente de Estados Unidos este cuento de hadas que ha empezado a escribir después de contarnos que ha matado a Bin Laden, que por ahora también parece un cuento porque ni hemos visto al muerto ni piensan mostrarlo. Nos lo tenemos que creer como niños que escuchan una fábula… ésta empieza así…

“Queridos niños… (así es como nos trata el presidente de Estados Unidos), queridos niños…

Érase una vez un mundo mejor y más seguro en el que había un país muy bueno que se llamaba Estados Unidos que como era tan bueno, tan bueno podía hacer lo que quería porque iba llevando la bondad por el mundo y haciendo que el mundo fuera mejor y más seguro…

Y érase que se era que este país podía entrar en cualquier otro país que se le antojase sin pedir permiso a sus autoridades, asaltar una casa, matar a un hombre que no iba armado, tirar su cadáver al mar y salir después a contarlo muy orgulloso como quien presume de una acción justa, cargada de razón y moralmente intachable.

Y resulta que a la mayoría de sus ciudadanos se lo parecía y celebraban esta ejecución como si fuera un acontecimiento futbolístico, y nadie se escandalizaba porque su propio Estado se saltase todas las normas y matase con la misma impunidad que el asesino al que habían eliminado.

Pero no sólo ellos, niños míos: también lo celebraban por todo el mundo los países que se llaman a sí mismos “democracias”, incluso las que decían estar contra la pena de muerte. La verdad, niños, es que en este mundo mejor y más seguro la palabra “democracia” valía un poco para todo y no significaba realmente nada.

Como la palabra justicia. En este mundo mejor y más seguro ya no había juicios porque se liquidaba a los criminales al capturarlos y como no había justicia, niños míos, un país podía asesinar, invadir, torturar, disparar a civiles y periodistas sin consecuencias. Siempre claro, que ese país se llame Estados Unidos o sea amigo de Estados Unidos, niños, dejemos eso claro porque en este cuento el lobo es el bueno.

Érase un mundo mejor y más seguro en el que ese país tan bueno reconocía abiertamente que había torturado a presos metiéndoles la cabeza en agua hasta casi ahogarlos y se quedaba tan tranquilo porque en ese país gobernaba un Premio Nobel de la paz y como era Premio Nobel de la Paz todo lo que hacía lo hacía por la paz y por hacer de éste un mundo mejor, más seguro y más pacífico, niños, incluso ejecutar y torturar gente, incluso tener una cárcel ilegal con muchos presos ilegalmente retenidos o incluso jactarse de haber liquidado a un hombre desarmado sin ningún juicio y haberse deshecho del cadáver. Uno tiene que hacer cada cosa para que este mundo sea mejor y más seguro, niños míos…

Y en este mundo mejor y más seguro, el Premio Nobel de la Paz y presidente de la primera potencia mundial salía en televisión y le contaba al mundo que había matado al peor criminal de la Historia pero no presentaba prueba alguna excepto una foto en la que él y otros señores miraban preocupados hacia algo que tampoco se veía en la foto. Decían que era el monitor en el que seguían la operación para matar al criminal pero que también podría ser que estuvieran viendo un Barça-Madrid, atónitos por las decisiones arbitrales.

Y érase, niños míos, que el presidente se negaba a mostrar ninguna foto del interfecto y le decía al mundo que tenían que creer en su palabra que, por cierto, era la misma palabra que servía para llamar “guerra” a una invasión ilegal, “armas de destrucción masiva” al petróleo, “acto de guerra” a una “venganza”, “justicia infinita” a una operación militar…. Pero aún así los periodistas se lo creían porque todo lo que dice Estados Unidos es verdad y porque en este mundo mejor y más seguro muchos periodistas se limitan a servir de altavoz al poder y el poder siempre tiene razón, niños míos.

Pero en este cuento maravilloso había había algunos niños que no se lo creían, que ya no se creían nada y estaban a punto de dejar de creer en todo. Esos niños son malos y hacen que este mundo sea un poquito peor. Por eso nosotros seguiremos matando, invadiendo, torturando y mintiendo contra quienes quieren quitarnos nuestro mundo mejor y más seguro.

Y colorín, colorado, qué bonito cuento te he colado..."


http://blog.rtve.es/carnecruda/2011/05/un-mundo-mejor-y-m%C3%A1s-seguro.html

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